martes, 30 de diciembre de 2008

La aventura de ser maestro

José Manuel Esteve

Ser maestro, representa una gran aventura, existe mucha similitud con mi experiencia docente, y considero que como la mayoría de mis compañeros. La lectura confirma, que en la profesión de docente, nadie nos enseña a ser maestro y coincido con el autor, que el maestro se forma por ensayo y error, en base a las circunstancias que vive día a día, dentro del aula y fuera de ella. Generalmente considero que todos los maestros han pasado por las mismas experiencias al presentarse por primera vez frente a un grupo. Así mismo, señalar la gran dosis de ansiedad que nos acompaña en nuestros primeros años de experiencia docente, cuando nuestros alumnos son inquietos y no logramos motivar con disciplina, creo que el miedo es parte de este proceso, que nos agobia y nos pone en un estado de ansiedad profunda. Ahora entiendo a la escuela como un sitio a donde no solamente vamos a enseñar, sino a aprender a enseñar, a aprender a hacer.
Es decir, que el profesor debe estar la expectativa de apertura al conocimiento, a la actualización, situación que se presenta en este curso, comprendo que el conocimiento, no solo se debe sustentar en que los alumnos conozcan las respuestas de una pregunta que ellos mismos no se hicieron, sino crear la inquietud en el educando, de buscar la manera de hacerse preguntas del conocimiento, sustentado en el descubrimiento del propio conocimiento preconcebido como un conocimiento previo y de acuerdo a sus propios mapas mentales y a la realidad que se vive, de esta manera creo que no solo son seres participes de un conocimiento que se pudiera convertir en vano, de un conocimiento que se convierte en vacío sin fondo ni estructura para el saber.

Desde mi punto de vista se debe dar prioridad al aprendizaje significativo; sin embargo, me doy cuenta, que el aprendizaje significativo, va mas allá de una simple configuración de conocimientos, donde no se deben establecer como verdades absolutas, sin permitir darle la oportunidad al educando de cuestionar tal o cual razonamiento, y esto quizá a la falta de identidad profesional que se genera en nuestro quehacer educativo, que afortunadamente no es privativo de todos los docentes de este nivel, ya que debo reconocer la labor de docentes con muchos años de experiencia, que con gran acierto, logran despertar el interés del educando, encaminándolo al conocimiento y a la aplicación del mismo. Pero, también, me he dado cuenta de lo contrario.
Aquí, es conveniente reflexionar sobre la función del docente, estamos encaminados al servicio de la educación, y con humildad debemos encausar nuestra labor humanista, para trasmitir la ciencia, la cultura, y los valores a las nuevas generaciones, para ello debemos tener bien claro que actuamos como interlocutores entre el conocimiento y los alumnos, actuando además, con nuestras formas de expresión, dándole énfasis a lo que se desea transmitir.

En este sentido, también es justo considerar la disciplina que se debe tener en el salón de clase, para ello es necesario considerar las actividades de los educandos y la manera como debemos encausarlos al conocimiento, adecuando los contenidos curriculares de tal manera que el alumno se sienta motivado al desarrollo de las actividades.

Mi confrontacion con la docencia

MI CONFRONTACION CON LA DOCENCIA

Mi profesión: ingeniero industrial, egresado de UPIICSA del IPN, aunque la carrera la termine un poco tarde(casado, con un pequeño de 2 años, trabajando y estudiando), tuve la oportunidad de ejercerla, y darme cuenta que teóricamente estaba capacitado; pero, en el aspecto práctico ( 1 equipo para 40 alumnos),me faltaba mucho que aprender, y todo esto no se compara para nada con la realidad, al estar afrontando la problemática de cualquier empresa, y es en ese momento, donde me di cuenta que tenia que seguir estudiando y prepararme como en todo proceso productivo.

Recuerdo que por el año de 1998 y trabajando para la empresa PROSEÍ, en donde nos encargamos de darle mantenimiento a edificios de ISSSTE, me encontré con un amigo Álvaro, el cual me comento de un interinato en el Cetis 42, al momento dude, pero porque no intentarlo, de todos modos no perdía nada y por otro lado podría ganar algo. Así comenzó mi historia, me aceptaron. Me dieron ciertas indicaciones que tenia que seguir, pero hasta ahí, me puse a repasar y me di cuenta que los conocimientos los tenia, pero como afrontar tal desafío. El día llego, y toda la seguridad que antes había demostrado en un segundo desapareció, y no pude desarrollar la clase como lo habia planeado. ¿Planeado? Pero como, si no sabia como se preparaba una clase. Dicen que preguntando se llega a Roma, eso mismo hice, me involucre por completo en las asignaturas que me dieron y busque la forma de adaptarlas a las características de los alumnos.

El interinato término, pero al momento llego otro, y cuál seria mi sorpresa, el plantel donde yo había estudiado el bachillerato, el CBTis no. 6. A mi mente vienen los recuerdos, mis maestros que de alguna o de otra forma influyeron para lograr parte de mis metas; pero a la vez, recuerdo la forma en que me enseñaron, llenaban el pizarrón y no aclaraban las dudas, en un lenguaje que solo ellos comprendían, a nivel ingeniería. Considero que ese fue un buen motivo para tomar la decisión de no enseñar a los alumnos como a mi me habían enseñado. Me di cuenta que tenia que involucrarme más con ellos, aunque es difícil por el medio donde se desarrollan (zonas marginadas, pandillerismo, drogas, alcoholismo, etc.) aunado a eso los problemas personales, familiares, la falta de recursos, rompimiento familiar, etc. Y si esto le agregamos grupos numerosos(60 alumnos), pero aun así, y después de un tiempo, descubrí que tengo facilidad para entenderlos y enseñarles de una manera más clara y sencilla, a su nivel(bachillerato), y esto es motivante, qué los jóvenes te busquen para contarte sus experiencias, sus tristezas, sus alegrías y sobre todo sus dudas con las materias, eso es lo que realmente reconforta a un maestro, que te saluden con afecto, dentro y fuera de la escuela, ya sea solo o cuando voy con mi familia, en el lugar donde te encuentren, y digan ese fue mi maestro, un maestro muy especial, que se tomen la molestia de invitarte a su graduación de la superior, etc. Y podría llenar hojas y hojas de tantas alegrías, pero siempre una piedra en el camino, y a veces me da tristeza que grandes proyectos queden truncados por nuestra autoridades, sinceramente espero que esto que iniciamos, realmente logre transformar la educación en nuestro país, y lo mas importante que nuestros alumnos sean mejores cada día, y que todo esto no quede como otros tantos proyectos en el baúl de los recuerdos.